martes, 9 de enero de 2018

Mi estrella

Como una estrella que brilla detrás de las nubes en medio del gran cielo oscuro.
Te busco, te encuentro y aunque las nubes te tapen, te sigo viendo.

Donde sea que vaya miro al cielo y ahí estás, tan luminoso como siempre.
¿Me estás siguiendo? No, lo sé, la que te sigue soy yo.

Incluso ahora ya te encontré, mirándome detrás de las nubes.
La verdad es que no necesito verte.
Porque sé que sigues ahí... Brillando para mí.

lunes, 6 de marzo de 2017

Reflexiones (I)

Tal vez desde ahora lo que publique, ya no sean escritos que intenten rimar, mas bien serán palabras con más vida, mis palabras...

Desde hace mucho tiempo escribir ha sido el escape que he preferido para expresar mi estado de ánimo, para poder expresar cómo realmente me siento, ésta ha sido la mejor idea para mí.

Ahora último me he sentido muy apagada, no he podido darle un sentido verdadero a mi vida, me he sentido estancada sin un camino por seguir, solo he andado sin rumbo, sin una meta, así me he sentido.

Sé que de mis actos depende mucho lo que conseguiré en mi vida, pero he ahí donde me estanco, mi futuro, no puedo visualizar uno, o bueno, sí puedo, pero no sé cómo hacer para llegar a él y eso me frustra.

Esa ha sido la principal razón del desgano que estoy cargando desde hace meses, e incluso eso afectó hasta mi inspiración, dejé de escribir, de dibujar, de crear nuevas cosas, me perdí a mí misma y no hice nada para evitarlo.

Aquí la chica que escribe y que de vez en cuando ustedes llegan a leer es una chica que quiso convertirse en guionista y por ese motivo estudió una carrera de comunicaciones, la cual ya terminó, Ahora que mi época de estudiante ha terminado, me pregunto por qué no hago lo que tanto esfuerzo me costó conseguir y aprender, y lo más importante... ¿Por qué ya no escribo?

Ser guionista o escritora no se consigue solo estudiando, debe existir la imaginación e inspiración para conseguirlo, y como dije, esas son habilidades que me han estado faltando.

Extraño escribir, el poder plasmar una idea dejando correr el lápiz o al momento de teclear, como ahora, lo extraño de verdad y quiero recuperarlo,

También me he dado cuenta que necesito desahogarme y solo escribir sin necesidad de que rime, solo dejar que las palabras nazcan y que fluyan, creo que he guardado mucho por mucho tiempo y eso que está dentro mío también me está bloqueando.

Es por eso que por ahora, tal vez lo que escriba sea muy parecido a esto, solo contando lo que siento...

No sé a cuántas personas llegue a esto, tampoco sé si habrá una persona que siempre me lea o si siempre lo leen distintas personas, no lo sé, pero que aunque sea tengan la intensión (aunque no lo terminen de leer) es lo que importa y se los agradezco mucho.

Hasta una próxima, a quienes me lean y a los que pasan por aquí, muchas gracias.

lunes, 27 de febrero de 2017

Sentimentos guardados

Guardar mis sentimientos es realmente lo mío, nunca digo lo que siento y eso hace que me meta en muchos problemas.

Mayormente lidio con tristezas y molestias, esas que te hacen sentir pequeño e indefenso, esas son las más comunes en mí.

Pero ahora último yo siento que estoy pasando por un momento de letargo, mi día a día es igual, no siento y siento a la vez, quiero sentir más y a la vez no.

¿Estaré perdiendo mi rumbo? O es que ya lo perdí, realmente no lo sé, solo sé que sigo viva y que no quiero perder eso.

Desde hace meses he querido poder ser menos yo, poder hablar más, expresarme mejor, demostrar lo que siento, pero se me ha complicado mucho, ya que por más que quisiera hacerlo, decir, gritar o lo que sea, no podía.

Fui creciendo con la idea de que decir lo que siento no era debido, que era mejor estar callada y dejar que las cosas siguieran su rumbo, porque aunque hablara no sería escuchada, porque aunque hablara, no tendría sentido, incluso aprendí a llorar en silencio.

Pero hay algo que quiero decir, algo que realmente deseo mucho y que esa parte mía me impide tener y aunque no consiga nada diciendo lo que siento, quiero saber que tuve el valor de poder hablar.

Guardar sentimientos tan fuertes a veces te asfixia e incluso te puede matar, aunque en sí, no importa que sean fuertes o no, solo guardarlos se vuelve una carga.

Quisiera decir que no quiero rendirme, que no quiero olvidar, pero debo aceptar que a veces lo que uno más quiere no siempre es lo mejor, aun así, aún quiero hablar y poder dejar atrás ese yo, volverlo un antiguo yo y ya no guardar nada.

miércoles, 11 de enero de 2017

Dame la mano

Dame la mano, bailemos por un momento y que parezca eterno.
¿Sabes que fue lo que me gustó de ti? Apuesto a que no.
Si quieres saber, te contaré la historia, después de esta pieza.
Pero te advierto, tal vez te parezca descabellada.

Dame la mano, es hora de irnos, se ha hecho tarde.
¿Sabes por qué decidí hablarte? Creo que una vez te dije.
Como siempre ya no te acuerdas, está bien, te lo diré de nuevo.
Pero recuérdalo esta vez, no volveré a decírtelo.

Dame la mano, caminemos por ahí, antes que baje el sol.
¿Sabes cómo te recuerdo siempre? Es fácil de adivinar.
Está bien, está bien, te lo diré, calma.
Pero hoy no, hoy solo quiero caminar a tu lado.

Dame la mano, tengo miedo hoy, no me sueltes.
¿Sabes lo que más amo de ti?  Que me viste y me quisiste.
Gracias por tu tiempo, por tu cariño, tu paciencia, por todo.
Pero he decirte hasta luego, hasta que nos volvamos a reunir.

Tranquilidad

-Dime algo que desees hacer justo ahora.
-Tomar tu mano.
-¿Y eso por qué?
-Me da tranquilidad.
-Pero…
-Tú preguntaste y yo respondí.
-¿Eso quieres de verdad?
-Sí, pero no quiero obligarte a nada.

Le miró por unos segundos y luego tendió su mano.

-Hazlo entonces.
-No tienes que hacerlo si no quieres.
-Si no quisiera no lo permitiría.

Ambos se miraron y una leve sonrisa apareció en sus rostros. Ambos se tomaron de las manos.

-¿Te di tranquilidad?
-Sí, gracias.
-A mí también.

Se quedaron viendo la caída del sol, sus manos unidas, la tranquilidad en el aire.

El solitario

Siempre he pensado que la soledad es la mejor compañía, no te recrimina, no te pide tiempo, no habla, eres tú y nadie más. Es una vida simple, a veces demasiado.

El solitario nunca se da cuenta que hay personas que lo rodean,  que esperan una muestra de afecto de parte de ella, una palabra o un gesto, algo. Lo que los demás no ven es que el solitario no se da cuenta de los que esperan ellos, porque él está en su propio mundo y en su mundo solo está él y nadie más.

Lo que no muchos saben es por qué el solitario terminó siéndolo, solo ven lo que tienen delante y no el interior, el pasado, se enfocan tanto que olvidan pensar en el por qué.

Nadie nace siendo algo, lo hacen como es, es cierto que uno puede luchar y ser algo distinto, pero ten cuenta algo, los cimientos ya están hechos y la única manera de cambiarlos es tirando abajo la construcción, entonces ¿Cómo echar abajo la construcción de un solitario si éste ni si quiera te deja entrar?

Sé que hay personas que nos quieren, que se preocupan hasta cierto punto, pero hay que ser sinceros, personas incondicionales no existen y a veces se necesitan de esas.

Una persona solitario no se da cuenta que lo es hasta que pasa, hasta que ve que ya no hay nadie a su alrededor, que ya nadie responde a su llamado, que ya no es prioridad para nadie, que… ya lo olvidaron y cuando eso pasa, hacerse ver de nuevo es muy difícil, a veces imposible y solo queda dejarlos ir.

No hay muchas personas que se arriesguen a entrar al mundo de un solitario, porque el camino es muy espinoso y pueden padecer en el camino, porque al entrar a su mundo, lo que realmente estás haciendo es sacarlo de él y la mayoría de ellos tiene mucho miedo de salir.

Sacar al solitario de su mundo no significa que ya lo destruiste y que no volverá a entrar, el mundo sigue ahí esperándolo porque él es el rey, el creador. Y si por azares del destino, él debe volver, el regreso será muy doloroso y la salida prácticamente imposible, un solitario siempre desconfía, hasta de sí mismo.

Siempre he pensado que la soledad es la mejor compañía, no te recrimina, no te pide tiempo, no habla, eres tú y nadie más. Es una vida simple, pero la más triste de todas.


domingo, 27 de noviembre de 2016

Vida

Una palabra puede ser muy fría.
Un acto puede ser muy cálido.
Un sonido puede decir mucho.
Un aroma puede dar tranquilidad.

Mira, no solo lo que tienes al frente.
Escucha, no solo lo que está cerca.
Siente, no solo lo que tocas.
Abre tu mente, hay mucho más allá.

Sin dudas, sigue el camino.
Sin miedos, habrá quién te proteja.
Sin arrepentimientos, todo es por algo.
Avanza, la vida será tan larga como tú quieres.

Llora si es necesario, saca las penas.
Cae, pero vuelve a levantarte.
Ríe, recupera tu fuerza siempre.
Vive, porque solo tenemos una vida.

Sé feliz, nadie tiene el derecho de quitarte eso, solo tú y tú debes pensar en vivir y ser feliz, nada más.